jueves, 27 de junio de 2013

Buscando casa


9:43 am: Después de un día para organizarme y descansar del viaje de regreso de Chicago, hoy me salí a las seis de la mañana a caminar por "La Chávez", la avenida donde se paran los trabajadores para agarrar chamba aquí en el barrio latino de La Misión.

Aguzando los sentidos, me detuve a lado de un poste para observar un rato lo que pasaba a mi alrededor y empezar a colectar información para armar mi estrategia. Una gota caliente de popó de pájaro me calló en la oreja; lo que más recuerdo es cómo sentí lo caliente y espeso. Después de unos momentos de desconcierto, cuando entendí lo que había pasado voltee para arriba buscando al culpable pero ya no había nadie. No supe si fue una chochina paloma o un carajo cuervo.
No me dejé achicopalar, me limpié con una servilleta pequeñita que traía en la bolsa, la única que tenía conmigo y seguí con mi tarea. Lo siguiente me levantó el ánimo: mientras pasaba por un parque vi que alguien había olvidado (probablemente el día anterior) un balón de futbol americano, así que lo recogí.

Estuve recorriendo La Chávez y las calles aledañas, hablando con algunas personas ocasionalmente, con facha de trabajadores, para preguntar dónde podría encontrar anuncios de cuartos en renta y en dónde se paraba la gente a esperar a los contratistas. Un chavo me dijo lo que ya había oído bastantes veces, que fuera a las lavanderías y ahí encontraría muchos anuncios. Parecía bastante convencido de que sería fácil encontrar un lugar para rentar por ser fin de mes.
De pronto me encontré con un carrito de tamales y supe que ahí podría recuperar algo de información; lo atendía una pareja de mexicanos de Pénjamo, tendrían unos sesenta años más o menos. Platiqué un rato con ellos amigablemente sobre México, ellos tenían una comadre en Acámbaro, y me explicaron su rutina diaria de hacer los tamales y cocinarlos durante la madrugada para que estuvieran listos muy temprano. Mientras me comía un tamal de rajas con queso también me dijeron que en esa esquina precisamente y en los alrededores de ahí es donde se paraban los trabajadores a esperar la chamba, pero que se ponían un poco más tarde. 

Cuando me dirigí buscar un café para sentarme y usar el Internet un rato, percibí una mirada un poco extraña. Desde antes había notado algo raro en la gente con la que me había cruzado, pero esta persona me hizo preguntarme si algo estaba mal conmigo, así que intenté revisar un poco mi aspecto y descubrí que la popó de pájaro no sólo había caído en mi oreja. De hecho la mayor parte cayó en mi hombro y en el cuello de mi camisa, bastante evidente para no ser notada por todo mundo excepto por mí, ya que estaba en un lugar poco accesible a la vista propia.

Todo eso pasó antes de las siete de la mañana. Creo que va a ser un día largo de búsqueda. 

***

10:43 pm: Ya encontré donde vivir!!! Es un departamento donde vive una pareja hondureña con su hijo de unos 12 anos. El cuarto esta chiquito pero a muy buen precio. Un poco lejos de donde me hubiera gustado  y en una subidota pero puedo usar la cocina y hasta me van a dar un espacio en su refrigerador. Y todo en orden porque le deje claro al señor que solo lo quiero por un mes.

martes, 25 de junio de 2013

Chicago II: Art Institute

The Chicago Art Institute fue el segundo museo que visité. Las enormes estatuas de leones que guardan la entrada principal tenían puesto un casco de los Chicago Hawks, el equipo de hokey que en ese momento estaba en las finales y ayer acaba de ganar el campeonato. Este museo, parte de la reconocida Universidad de Chicago (donde estudió Mr. Barak Obama) tiene una arquitectura clásica, construido en mármol y de dimensiones imponentes. Me hizo pensar en la arquitectura romana antigua o en los grandes museos de las capitales europeas. En este museo hay una gran colección de arte antiguo proveniente de muchos lugares del mundo. Son piezas de gran valor adquiridas gracias a los enormes presupuestos con los que cuenta el museo, y cuando necesitan ser restauradas, este proceso se hace con la más alta tecnología y cuidado por miembros de la Universidad de Chicago. En ese museo me di cuenta de cómo las civilizaciones antiguas creaban sus obras de arte una vez lograda cierta prosperidad, y los adelantos tecnológicos requerían tiempo para dedicar al estudio, la reflexión y la creatividad.

Estados Unidos es muy grande y a pesar de todas mis críticas, siempre habrá algo que resaltar. Tengo que reconocer que todos estos museos son centros de conocimiento concentrado y proveniente de todos los rincones del mundo, y los científicos y personal que planea y dirige las exposiciones es gente que al menos está inspirada en la sabiduría que se ha ido desarrollando a lo largo de la historia. Por muchos fallos que pueda tener el sistema norteamericano montado en el capitalismo y la concentración de la riqueza, cuando se presencia lo que esta riqueza puede lograr, es para quedarse sin aliento. Los museos aquí no funcionan de otra manera, ya que a costa de membresías, reconocimiento y financiadores que se exponen públicamente en las entradas (bancos, gobierno de la ciudad, del Estado o federal; o en ocasiones fundaciones privadas) estos museos logran su grandeza. Al final es la misma mecánica que cualquier otro negocio en EEUU, pero la esencia o el fin último de un museo es la distribución del conocimiento ya que cuentan con tarifas especiales para estudiantes, maestros, días gratuitos y admisión general bastante accesible.

Creo que no vi ni la mitad del museo en las tres o cuatro horas que estuve ahí pero me quedó muy grabada la variada exposición de dioses hindúes, la relativamente reciente colección de arte bizantino, las piezas de arte japonés tan antiguas y sus dioses que parecían muy influenciados por los ídolos budistas que a su vez se originan de los hindúes; y la relación estrecha de las cosmovisiones que predominaron toda Asia en la época antigua. Un proceso muy parecido a lo que pasó en los pueblos de Mesoamérica con algunos dioses como Tláloc, Quetzalcóatl, o la Cuatlicue, que a pesar de las barreras del idioma y algunas diferencias culturales, fueron dioses comunes y conocidos por todos.

Yo sabía que Mesopotamia es una de las civilizaciones madres, junto con la Egipcia, China y la de los Dravídicos (antepasados de la civilización india); pero fue una gran sorpresa para mí ver una estatuilla de bronce que data del 3500 a.C tan bien trabajada. ¿Cómo se había desarrollado en ese tiempo la tecnología para tratar los metales y la delicadeza artística para hacer una figurilla tan detallada?



Todas las exposiciones estaban montadas impecablemente y vi un video en donde se explicaban las técnicas de restauración y el equipo usado para manejar piezas muy pesadas o extremadamente delicadas.

De regreso a casa de mi tía Nora y mi tío Alberto me perdí entre un barrio mexicano, Pilsen, y luego otro barrio muy grande de “morenos”, como se les dice a los afroamericanos para hacerlo más corto supongo. En el barrio de mexicanos no vi a ningún güero o moreno, y en el de afroamericanos no vi más que afroamericanos. Como me contó más tarde la amiga de mi tía Nora, es curioso cómo en los barrios afroamericanos de poca afluencia hay muchos terrenos baldíos, se ven solos, vacíos, las casas descuidadas y mucha basura. En los parques hay pequeños grupos de personas reunidas aquí y allá, a veces con los sillones de las casas afuera. En cambio, los barrios latinos están compactos, no hay estacionamiento, las calles están llenas de gente de todas edades todo el tiempo y los parques están rebosantes de chamacos jugando.

Todas estas visitas, la ida y la vuelta en bicicleta, los pensamientos inspiradores de los museos, fueron suficiente para dejarme agotado cada día; pero este día en especial, después de la visita al Art Institute of Chicago, me fui con mi primo Emiliano de fiesta a conocer un bar medio hípster donde conocí a una muchacha amiga de mi tía Nora que estudió antropología en la Universidad de Chicago, y trabaja en las comunidades de latinos. Ella me habló de los problemas y las necesidades de la comunidad hispana en Chicago, el racismo que todavía persiste en la sociedad norteamericana y la marcada segregación racial que caracteriza a la ciudad de Chicago. Me imaginé que ella, estando en contacto con la base trabajadora hispana, podría saber algo sobre cómo conseguir documentos falsos para trabajar, así que, indagando un poco, me di cuenta de que ella trabaja con documentos falsos también. Habiendo llegado a los nueve años de México y con papás migrantes también, aun teniendo estudios en la Universidad de Chicago, no tiene forma de trabajar legalmente y muchos otros derechos le son negados. Precisamente esta chica trabaja para una organización que se dedica a apoyar a la comunidad hispana con asesoría legal, financiera y otras actividades como las marchas pro migrantes que ella está encargada de organizar.
(Y fue de esa forma que me hice de mi “mica” y mi “social security number” para trabajar más tarde en San Francisco)

Al día siguiente tuve que descansar todo el día pero en la tarde fuimos al “Navy Pier” y me subí a una rueda de la fortuna muy alta desde donde se aprecia el horizonte con la ciudad y sus edificios de un lado y el lago Michigan del otro lado. Nos comimos un helado tamaño estadounidense de Hagen Daaz (que al final con esos tamaños no me quedaron ganas de comer helado en un buen tiempo y mi tía pagó más de treinta dólares por cuatro helados) y luego todavía mi tía compró unas palomitas de caramelo y de queso bastante grasosas pero muy adictivas. Pensé que esa sensación de placer está desarrollada con ingeniería y ciencia (como se presume de todo en Estados Unidos) a propósito para hacerlas irresistibles y vender más, pero ahí está parte de la respuesta a la forma incontrolada que tienen algunos gringos de comer. ¡Y luego la basura que se produce! Esas palomitas las sirven en una bolsa de plástico llena de dibujos dentro de otra bolsa con asas también de plástico y un buen bonche de servilletas. El colmo fue cuando allá en Patterson con Paul Mason vi una caja llena de palillos, como un kilo de palillos, que había comprado “porque encontró una oferta” y cada palillo estaba envuelto individualmente en un paquetito de plástico.

Mientras visitaba la majestuosa réplica en Chicago de la fuente que está en el palacio de Buckinham en Londres, pensé que es muy contradictorio ver algunas de estas maravillas de nuestra época teniendo al mismo tiempo en mente su insostenibilidad en cuanto al uso de recursos y energía. Para alguien nacido y crecido aquí puede ser algo muy normal, pues es el resultado de un largo proceso que además se fue dando en un tiempo donde el impacto al medio ambiente y la escasez de recursos naturales no era un tema de importancia, pero en la actualidad no cabe duda de que se necesita un cambio profundo.

Chicago I: El planetario

Dos semanas intensas de viaje. En medio día estaré de vuelta en San Francisco con mi chica, lo más parecido que he tenido a un hogar durante estos últimos cinco meses.
De habérmelo contado, no hubiera creído que me podría impresionar tanto con esta ciudad. Sus museos, la majestuosidad de sus edificios, las vistas del lago Michigan junto al cual se levantan los cientos de rascacielos. El frío repentino y las altas temperaturas del verano están marcados por la permanente humedad y una atmósfera bochornosa es muy común aquí.

Lo primero que hice fue conseguirme una bicicleta en la que pudiera irme diario desde “La Villita” donde vive mi tía Nora, uno de los barrios latinos (casi mexicanos) hasta la orilla del lago en donde está el centro de la ciudad y la mayoría de los museos.
Mi tía se preocupaba mucho, no quería que me fuera sólo y prefería llevarme en carro. La fui persuadiendo poco a poco de que me dejara ir. Prefería hacer un poco de ejercicio y no quitarle tanto tiempo a ella llevándome y trayéndome, además de que así quemaríamos menos gasolina. Le dije que esa era la forma en que yo voy conociendo las ciudades y sus barrios, su gente y el carácter de la ciudad. Caminar también me gusta mucho pero su casa está muy lejos del centro para ir y venir diario.

El primer lugar que visité fue el planetario, donde vi los avances científicos en el camino a la colonización de Marte que me dejó más claro el razonamiento de aquel muchacho que conocí en Santa Rosa cuya meta en la vida era ser uno de los primeros colonos de Marte. Él sólo está esperando la convocatoria para aplicar, mientras aprende técnicas de supervivencia como la agricultura y la vida en la naturaleza.  Andaba de viaje en bicicleta haciendo un tour por todo Estados Unidos, durmiendo en hamacas amarradas a los árboles.   
Había también una maqueta de la Tierra completa y en forma de esfera de más de un metro de diámetro en donde se podían apreciar las cadenas de montañas representadas a escala, ríos y condiciones climáticas señaladas con distintos colores. Alguna vez pensé que tenía poco sentido la manera caprichosa en que los países delinearon sus fronteras, pero conociendo la geografía un poco más, esto se puede entender mejor. Chile por ejemplo, es un país muy largo y muy delgado, pero está separado de Argentina por una barrera natural provocada por el choque de dos placas tectónicas que elevan dramáticamente toda la cadena de montañas de los Andes. También ahora entiendo un poco mejor porqué los ferrocarriles son tan ineficientes en México, con ese territorio  tan irregular, sierras por todos lados, pura montaña.
Pero lo que más me impresionó fue la historia del Universo, la manera en que se descubrió que se está expandiendo y el misterioso concepto de la materia gris y la consecuente energía gris que provoca.

Según la teoría del Big Bang, la más aceptada actualmente, el Universo tiene unos 13.7 miles de millones de años, o 13 700 000 000 años, que fue cuando a partir de un punto tan denso y con tanta energía como para contener toda la materia existente en el Universo, empezó a expandirse. La mayor parte del Universo conocido se formó en los primeros segundos, en el que átomos y partículas subatómicas empezaron a organizarse y a formar galaxias y estrellas que en el curso de la evolución del Universo han nacido y han muerto, pero dejando a su paso una estructura más organizada de la materia. Esto se debe a que las grandes presiones en los núcleos de las estrellas dan lugar a nuevos elementos más complejos y pesados como los metales.
Nuestro Sol por ejemplo, una estrella de tamaño mediano, tiene apenas unos 3.5 mil millones de años de edad, y debido a sus características, se cree que está más o menos a la mitad de su vida. Suponiendo que es de él de donde surgió nuestro planeta Tierra, podemos calcular que la Tierra tiene más o menos la misma edad. Esta Tierra tan grande, con tantos paisajes, el milagro de la vida, y de cosas tan sublimes como haber tenido la posibilidad de tener las condiciones para dar paso a la evolución de las plantas y animales y seres capaces de sentir amor, alegría, euforia, nostalgia, tristeza y odio; sólo es uno de una decena de planetas en nuestro Sistema Solar, entre los millones que existen en nuestra galaxia la Vía Láctea, que está localizada en un clúster de galaxias, es decir una agrupación de galaxias de las cuales también hay millones. Simplemente tratar de imaginar lo que significan las dimensiones espaciales es desbordante. Así que no entiendo cómo podría no haber vida en otro lado. Seguro que hay. Yo supongo que, así como las civilizaciones en la Tierra se fueron dando a un cierto tiempo en distintos lugares, en el Universo habrá otras civilizaciones tal vez un poco más avanzadas, tal vez un poco más atrasadas, tal vez extintas por una catástrofe natural o si no supieron administrar sus recursos y cuidar de su planeta, o en el mejor de los casos viviendo prósperamente en paz y buscando el bien común. Pero todos esos procesos desde el Big Bang, han tenido un impacto en la posibilidad para que se dieran las condiciones de la vida como la conocemos nosotros, que a su vez evolucionó desde los primeros organismos más simples formados por una célula hasta lo que conocemos hoy.
La vida en nuestro planeta se estima que inició hace 1.7 mil millones de años, más o menos a la mitad de la edad actual de la Tierra, los dinosaurios se extinguieron hace 65 millones de años (o 0.065 mil millones de años), y el hombre está pisando este suelo desde hace sólo 100 mil años (o 0.0001 miles de millones de años); pero ¡pisando fuerte!  
Si la edad del Universo estuviera representada en una línea de 100 metros, la edad de la Tierra equivaldría a 25 metros, a la historia de la vida le corresponderían 12 metros, los dinosaurios se habrían extinto hace 0.47 metros, y el hombre tendría en la Tierra aproximadamente 0.0007 metros, poco más de medio milímetro.

Muchos de los conceptos que hace falta conocer para entender mejor en el Universo están en la famosa fórmula matemática E=mc2 de Einstein, en el que E es la energía, la m es materia, y la c representa la constante de la velocidad de la luz (390 mil kilómetros/segundo). La luz de las estrellas y otras formas de energía que viajan en el Universo son partículas que se llaman fotones y que viajan en forma de ondas con una velocidad determinada. A diferencia del sonido, que son ondas que viajan a través de la materia (en el espacio no hay sonido porque no hay aire donde viaje, esta “vacío”); la luz y la radio si viajan en el espacio.
Lo interesante es que no todas las ondas tienen la misma energía, y esto se debe a sus características físicas de amplitud y longitud. La luz visible viaja de esta manera, pero la diferencia entre un color y otro está deteminada por la diferencia entre amplitud y longitud de sus ondas.
Si no hay energía (luz) no hay colores (obscuridad, negrura). Los colores que nosotros vemos es gracias a esas ondas de luz que llegan a nuestros ojos y que forman el espectro visible que se ve en los arcoiris. En resumen, el color café de la madera lo vemos porque es luz solar (o artificial) que rebota en el material y le da un color en nuestros ojos. En la realidad no existen los objetos de colores. Sólo lo que nosotros percibimos gracias a la energía que sale del sol, la luna o algún foco, que rebota en la sandía y la hace ver roja, o en la planta y la hace ver verde. Pero los colores están en la luz, y por eso es que si se refractra la luz solar, resulta en un arcoiris. Ahí es donde viajan los colores.  O algo así.
Ahí es donde está el secreto de la expansión del Universo. Cada estrella, dependiendo del tipo al que pertenece, genera una gama de colores; las más jóvenes son blancas y muy brillantes, generalmente más pequeñas y densas pero con mucha energía. Las estrellas que están a la mitad de su vida como nuestro Sol tienen una tonalidad amarilla y las reacciones químicas provocan un crecimiento considerable en su tamaño. Por último, las estrellas más viejas se convierten en gigantes supernovas, tornándose rojizas pero con menor brillo y un gran tamaño. Cuando nuestro Sol llegue a esta edad, su tamaño habrá aumentado lo suficiente como para tragarse la órbita de la Tierra pero no es algo que tenga que preocuparnos por el momento. Faltan un par de miles de millones de años.
Es así como se descubrió que el Universo está en continua expansión, encontrando que las ondas emitidas por estrellas muy lejanas estaban alargadas, desfasándose en el espectro visible. El siguiente diagrama muestra la gama de colores del arcoíris, siendo el violeta la onda con más energía, y el rojo la onda con menos energía. Arriba del violeta, viene el ultravioleta, y luego otras ondas como rayos X, rayos Gamma, etc. Abajo del rojo, viene el infrarrojo, y otras ondas entre las que está la de radio casi al último. Por lo tanto, la onda que hace miles de años fue emitida por una estrella dentro del espectro visible, con la expansión del Universo esta onda se alargó y pasó a un rango de menor energía. Ahora, cuando nos llega la luz de alguna estrella lejana, viene acompañado de rayos infrarrojos que no corresponden a la luz que una estrella podría emitir, pero en el camino se alargaron, perdieron energía, y nos llegaron a la Tierra en forma de infrarrojo. Y de hecho el Universo está lleno de rayos infrarrojos, lo que sugiere que son ondas que en algún momento fueron emitidas como luz visible, alargándose y convirtiéndose poco a poco.



Es importante entender que no se está creando más espacio, sino que el que hay se está expandiendo que es distinto. Misma cantidad de materia, misma cantidad de energía, y según eso, la expansión fue casi instantánea en el momento del Big Bang, luego empezó a desacelerar y desde a hace unos pocos miles de millones de años la velocidad de expansión está aumentando de nuevo por razones desconocidas.



La materia gris es puro misterio. Se cree que más del 90 por ciento de la materia y aproximadamente un 70 por ciento de la energía en el Universo está compuesta por este tipo de materia que no se puede ver pero cuyos efectos si se perciben, sobre todo en el equilibrio gravitacional. Gracias a esta energía es que existe un equilibrio entre estrellas y galaxias que no podrían mantenerse juntas de otra manera. La fuerza de gravedad del Sol puede ser suficiente para mantener a la Tierra en órbita, pero la estrella más cercana a nuestro Sistema, Próxima Centauri, está a 4 mil años luz. La distancia entre estrellas es muy grande para que la gravedad las mantenga unidas en galaxias y a las galaxias en clústers de galaxias, para lo que la única explicación sería una presencia de una fuerza desconocida ejercida por la materia gris, o la otra opción en la actualidad es derrumbar toda la teoría de la relatividad de Einstein y declararnos en la más profunda ignorancia. Al parecer, la comunidad científica se queda con el misterio de la materia gris.

A este punto llega lo poco que sabemos sobre el Universo y sobre nosotros mismos.

jueves, 13 de junio de 2013

California Zephir II

Ya solo me quedan unas horas de camino, mi cuerpo quiere un poco de movimiento después de más de dos días en este tren. Y sin embargo he conocido ya a varias personas que van hasta la Costa Este, haciendo conexión en Chicago. Entre los pasajeros, la gran mayoría es gente de la tercera edad, jubilados que pueden darse el lujo de pasarse tres días viajando por el mismo precio o más de lo que les costaría hacer el trayecto en avión. También hay muchos que viajan en tren por el miedo provocado más que nada por el temor de un ataque terrorista. 

Lo más interesante del transcurso es observar el cambio en los paisajes. Después de dejar la zona montañosa y verde de la Bahía de San Francisco, pasamos por el Valle Central de California, más o menos plano, para luego empezar a subir las montañas llenas de pinos de la región donde está el famoso destino turístico de Lake Tahoe. Cuando pasamos esa cadena de montañas en la que de un lado está verde por la humedad de la costa, todo el paisaje empezó a ser más seco, semidesértico. Esa transición geográfica marca también la frontera con Nevada. Todo lo que me tocó ver antes de que se hiciera de noche fue más o menos seco. En la madrugada hicimos una parada en Salt Lake City, Utah, y cuando mi colega de asiento me despertó accidentalmente como a las cinco y media, me tocó ver un cielo totalmente anaranjado que alumbraba las verdes montañas del camino. Un rato después cruzamos a Colorado, lleno de riscos y cañones. Quiero suponer que el nombre de Colorado viene del color rojo de la tierra y las rocas; en el español antiguo que todavía se habla en Acámbaro, al rojo se le dice colorado. Creo que las mejores fotos que tengo son de este Estado que vive principalmente de su posición geográfica en el centro de los EEUU. En algún momento durante la noche siguiente cruzamos parte de Nebraska, y hoy en la mañana tomé algunas fotos de las tierras planas agrícolas en Iowa. Hace un momento cruzamos el célebre río Mississippi, enorme. Entiendo porqué es tan célebre, muchas cosas deben de pasar alrededor de esa enorme fuente de agua y de vida. Esa es la frontera con Illinois, que sigue siendo una tierra verde y plana, excelente para la agricultura extensiva.

martes, 11 de junio de 2013

Sobre el alcoholismo

Esta última semana que pasé trabajando en Adobe Springs fue muy desgastante. Paul y yo terminamos peleándonos muchas veces. Desde la tercera semana de mayo ya me quería correr, una antes de lo planeado. Yo le dije que no podía irme así nadamás, que tendría que haberme avisado con tiempo. El 31 de mayo, la fecha prevista para partir, haciendo cuentas con sus trabajadores en la oficina se dio cuenta de que sus ingresos en los primeros meses del año eran un treinta por ciento mayores que el año anterior, lo que lo puso de muy buen humor y hasta me ofreció quedarme una semana más y yo acepté. Error, dos días después ya estaba otra vez regañándome por haber usado su computadora; que en un principio me dijo que podía usar con libertad.

Con mi primo Rodrigo todo fue bien hasta exactamente hace una semana que le dieron dos ataques de ansiedad seguidos. Yo ya estaba advertido y actué de inmediato frotándole alcohol en todo el cuerpo e intentando que sus pies y manos no se le engarrotaran de los calambres que acompañan al ataque. A partir de ese día empezó a tomar demasiada cerveza y vino, nada de destilados, aunque combinó todo con pastillas muy fuertes que traía consigo como Lorazepam y Clorazepam. Se la pasaba todo el día dormido y no comía nada. El viernes supuestamente yo me iría a San Francisco pero le dio otro ataque y dijo que se sentía muy mal, no lo podía dejar así. Estando todavía muy débil después del ataque se tomó media botella de vino de un jalón y decidí amarrarlo para que parara pero lo tuve que desamarrar porque mi novia iba a llegar en cualquier momento y no quería que lo viera así, tan derrotado. El sábado temprano parecía mejorado así que me fui a San Francisco finalmente y seguí hablando con él por teléfono el sábado y el domingo. El lunes no me pude comunicar y hoy en la mañana antes de abordar el tren hablé con él y me dijo que le habían dado varios ataques de ansiedad. Luego hablé con Paul, mi ex jefe en Adobe Springs, y parecía muy desesperado acerca de todo el asunto; hasta me preguntó si sería necesario llamar a una ambulancia para que fuera por él, que no podía nadamás dejarlo morir así. La novia de Rodrigo también está muy preocupada. Desde las nueve de la mañana no he podido comunicarme con nadie. Una de las tías que voy a visitar en Chicago me dijo que en el tren habría conexión a Internet pero no hay.



En el camino he estado leyendo el libro que me prestó Rodrigo de Alcohólicos Anónimos, “El Libro Grande, el Texto Básico de A.A.” según aparece en la portada. Me sorprendió que AA fuera un movimiento tan grande y tan antiguo, que al parece empezó aquí en EEUU. La influencia de la Iglesia Cristiana Protestante es evidente en su contenido aunque está escrito de una manera que no descarta gente de otras religiones o creencias. Según este libro, la única fuerza que puede controlar a un alcohólico es la creencia en un poder superior que sea capaz de devolver el sano juicio, y poner la voluntad y la vida al servicio de ese poder superior como sea que cada quien lo conciba. El corazón del libro está conformado por doce pasos que se sugieren como programa de recuperación, del que el primero y el más importante es aceptar que se es impotente ante el alcohol y que la vida se ha vuelto ingobernable. Los siguientes pasos delinean un proceso de reconstrucción de los valores personales y en nuestras relaciones sociales, intentando reparar los daños causados a terceras personas. El paso once propone la oración y la meditación como herramienta para fortalecer esa relación con el poder superior que se ha comenzado a formar para conocer su voluntad y recibir la fuerza para cumplirla, y finalmente el paso doce insta a llevar este mensaje a otros alcohólicos y practicar esos principios en todo momento.[1]

Este libro debería ser leído por cualquier persona que conozca a algún alcohólico, ayuda a responder dudas y evitar las dolorosas frustraciones que la conducta alcohólica provoca. Ahí se define al alcoholismo como una enfermedad, un mal fatal, que misteriosamente destruye la fuerza de voluntad de un individuo en cuanto al alcohol y por mucho que intente controlar su manera de beber, una vez que prueba la primera copa, conscientemente o de una manera descuidada, todo su entendimiento se derrumba y cae en la borrachera.

                                                       
[1]Alcohólicos Anónimos, Alcohólicos Anónimos, el relato de cómo muchos miles de hombres y mujeres se han recuperado del alcoholismo, Central Mexicana de Servicios Generales de Alcohólicos Anónimos, A.C., México D.F., 1986, p. 55.

California Zephir

Este viaje en tren de San Francisco a Chicago va a durar cincuenta y cuatro horas en total con pequeñas pausas en algunos pueblos que iremos pasando. No sabía que existía un tren que cruzara todo Estados Unidos, pero mi compañero de asiento hace conexión en Chicago para ir hasta Virginia. Como estoy viajando en martes, el boleto me salió más barato que en otros días de la semana, 160 dólares. El regreso en avión me salió en 137 pero sin la misma diversión. Definitivamente disfrutaría mucho más viajando con alguien, algún buen amigo o familiar para compartir los pensamientos y pasar las largas horas sentados en el “lounge”, un vagón donde hay mesas para comer o jugar cartas y asientos orientados hacia las ventanas para poder disfrutar de las vistas panorámicas.

Link a otras fotos: http://www.flickr.com/photos/98106789@N07/sets/72157634366560710/