9:43 am: Después de un día para organizarme y descansar del viaje de regreso de Chicago, hoy me salí a las seis de la mañana a caminar por "La Chávez", la avenida donde se paran los trabajadores para agarrar chamba aquí en el barrio latino de La Misión.
Aguzando los sentidos, me detuve a lado de un poste para observar un rato lo que pasaba a mi alrededor y empezar a colectar información para armar mi estrategia. Una gota caliente de popó de pájaro me calló en la oreja; lo que más recuerdo es cómo sentí lo caliente y espeso. Después de unos momentos de desconcierto, cuando entendí lo que había pasado voltee para arriba buscando al culpable pero ya no había nadie. No supe si fue una chochina paloma o un carajo cuervo.
No me dejé achicopalar, me limpié con una servilleta pequeñita que traía en la bolsa, la única que tenía conmigo y seguí con mi tarea. Lo siguiente me levantó el ánimo: mientras pasaba por un parque vi que alguien había olvidado (probablemente el día anterior) un balón de futbol americano, así que lo recogí.
Estuve recorriendo La Chávez y las calles aledañas, hablando con algunas personas ocasionalmente, con facha de trabajadores, para preguntar dónde podría encontrar anuncios de cuartos en renta y en dónde se paraba la gente a esperar a los contratistas. Un chavo me dijo lo que ya había oído bastantes veces, que fuera a las lavanderías y ahí encontraría muchos anuncios. Parecía bastante convencido de que sería fácil encontrar un lugar para rentar por ser fin de mes.
De pronto me encontré con un carrito de tamales y supe que ahí podría recuperar algo de información; lo atendía una pareja de mexicanos de Pénjamo, tendrían unos sesenta años más o menos. Platiqué un rato con ellos amigablemente sobre México, ellos tenían una comadre en Acámbaro, y me explicaron su rutina diaria de hacer los tamales y cocinarlos durante la madrugada para que estuvieran listos muy temprano. Mientras me comía un tamal de rajas con queso también me dijeron que en esa esquina precisamente y en los alrededores de ahí es donde se paraban los trabajadores a esperar la chamba, pero que se ponían un poco más tarde.
Cuando me dirigí buscar un café para sentarme y usar el Internet un rato, percibí una mirada un poco extraña. Desde antes había notado algo raro en la gente con la que me había cruzado, pero esta persona me hizo preguntarme si algo estaba mal conmigo, así que intenté revisar un poco mi aspecto y descubrí que la popó de pájaro no sólo había caído en mi oreja. De hecho la mayor parte cayó en mi hombro y en el cuello de mi camisa, bastante evidente para no ser notada por todo mundo excepto por mí, ya que estaba en un lugar poco accesible a la vista propia.
Todo eso pasó antes de las siete de la mañana. Creo que va a ser un día largo de búsqueda.
***
10:43 pm: Ya encontré donde vivir!!! Es un departamento donde vive una pareja hondureña con su hijo de unos 12 anos. El cuarto esta chiquito pero a muy buen precio. Un poco lejos de donde me hubiera gustado y en una subidota pero puedo usar la cocina y hasta me van a dar un espacio en su refrigerador. Y todo en orden porque le deje claro al señor que solo lo quiero por un mes.
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